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29/9/09

CONSEJOS PARA PAGAR TUS TARJETAS




CONSEJOS PARA PAGAR TUS TARJETAS DE CREDITO.

En México, existen 20.4 millones de tarjetas de crédito con los que se realizan diariamente 728 mil operaciones en Terminales Punto de Venta y casi 159 mil operaciones en cajeros automáticos, con un importe global de 277 mil millones de pesos al año, lo que equivale al 3.1% del PIB nacional.


Así lo informa la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) que este mes lanza una nueva versión de la Calculadora de Tarjetas de Crédito.


Los bancos no nos informa que método utilizan para cobrarnos intereses y ellos utilizan los siguientes métodos:


Métodos básicos que usan los bancos para calcular intereses.
1.- saldo promedio diario, los saldos pendientes de cada día en el ciclo de facturación, son sumados y el total es dividido por el número de días en el ciclo.
Compras nuevas se pueden añadir o no a los totales, dependiendo de los términos de la tarjeta, si se incluyen las compras nuevas, las compras realizadas durante el ciclo aumentarían el saldo promedio diario y aumentaría el cargo de interés que habría que pagar.
2.- Saldo ajustado. Los pagos o créditos aplicados durante el ciclo de facturación se restan del saldo corriente, es decir el balance que tiene la cuenta al comienzo del ciclo. Las compras nuevas no se incluyen en los cálculos, por ejemplo si al comienzo del ciclo el saldo era de 2000 y el usuario pago 200 a la tarjeta, la cantidad financiada es de 1800. Este método es el que más favorece al consumidor.
3.- Saldo anterior. En este método se usa un saldo pendiente al final del ciclo de facturación del mes anterior, no se agrega el valor de las compras nuevas, pero tampoco se aplican los créditos que recibiste o los pagos que has hecho.
4.- Saldo de dos ciclos. Cuando se utiliza este método de cálculo, se toma el saldo promedio diario del mes corriente y el del mes anterior. El saldo promedio diario para el ciclo corriente puede incluir o no las compras nuevas.
Este método es el más costoso para el consumidor que financia sus compras o sea la persona que no liquida el balance cada mes. Aunque se pago el saldo completo el mes anterior, si no se paga el mes siguiente, el consumidor tendría que pagar dos meses de intereses porque el interés se basa en dos ciclos.

Colocamos los diferentes sistemas de cálculo de interés en el orden de impacto negativo al tarjetahabiente, es decir desde el mejor al más costoso.


Infórmate sobre tu tarjeta


La Condusef remarca que la Tarjeta es un instrumento para poder disponer de cierta cantidad de dinero sin tener que utilizar efectivo. El dinero que obtenemos es un préstamo que hay que pagar en un plazo determinado más una cantidad por intereses y las comisiones que genere el plástico. Cada tarjeta puede tener un costo diferente.


La importancia que tiene el que cada persona conozca cuál es la tasa de interés que te están aplicando en tu tarjeta. Cuando una persona contrata una tarjeta de crédito establece las condiciones extremas o la tasa máxima que el banco puede llegar a cobrarle, dependiendo de la experiencia de uso y del historial crediticio de cada persona; es posible que el banco le cobre una tasa de interés inferior a esa tasa máxima. La tasa de interés que le aplica un banco a una persona puede ser muy distinta a la que el mismo banco aplica a otra persona.


Esta falta de información para saber qué tarjeta utilizar, puede implicar grandes diferencias en cuanto al importe total que acabe pagando el usuario.
Por ello, es importante que la gente conozca cual es la variedad de tasas de interés que existen en el mercado y que a partir de ello compare específicamente qué le conviene, y decida quedarse como esta, o considerar cambiarse a la de algún otro banco.

¿Cómo reducir el pago de intereses?


El siguiente ejercicio considera ejemplos de algunas de las tarjetas y plantea cómo se puede reducir el pago total de intereses sobre una deuda original de 10 mil pesos suponiendo que no se hacen consumos adicionales.
De esta manera se puede estimar lo que sucede en caso de que pagues al menos el doble del pago mínimo dependiendo de la tarjeta que se utilice. El resultado que aporta indica que se pueden llegar a obtener ahorros superiores al 70% en el importe final a pagar de intereses.
En este ejercicio también se observa cuánto tiempo menos tardamos en liquidar la deuda;





como se puede observar, en Las estadísticas señalan que la mayoría de las personas que incrementaron sus deudas por más de tres meses, no pudieron revertir la tendencia.


Por lo tanto, en ciertos momentos es necesario tomar medidas drásticas, por ridículas, extrañas o incoherentes que parezcan.
Para aquellos que estén en riesgo de perder su tarjeta, o para quienes quieren evitarlo desde un principio, aquí van algunas sugerencias.


Diez consejos para manejarse adecuadamente con la tarjeta de crédito:


1. Lo primero que debe saber, es que cuando abona el “cargo mínimo”, está ingresando a una deuda que no se frenará en su incremento. Si no posee dinero para pagar la carga total, esta será su única opción, pero si lo posee, no crea que “está siendo cauto” al no pagar el monto total. Las compañías de crédito fijan un “cargo mínimo” mínimo (valga la redundancia), ya que les conviene financiar el resto, con tasas de interés exorbitantes que no bajan del 27 por ciento anual.
2. Examine el resumen de su tarjeta de crédito, para saber detalladamente que tipo de interés está pagando. Si averigua un banco que le ofrezca tasas de interés menor, cambie de tarjeta. Irónicamente, cuanto más alto sea el “cargo mínimo” que le imponen, mejores tarifas estará pagando. Además, no se deje seducir por un par de entradas para un concierto o un partido de fútbol: muchas veces las tarjetas que regalan esto... ¡se lo cobran en intereses!
3. Si posee una caja de ahorros, dele un mayor uso a su tarjeta de débito. Utilícela, antes que sus tarjetas de crédito, en todos los comercios en las que se las acepten. Con estas últimas, siempre está pagando un recargo, por mínimo que sea.
4. Todo aquel que contrata una tarjeta de crédito, está, aunque sea sin saberlo, contratando un Seguro de Vida. Esto es así por que las compañías deben protegerse en caso de que un deudor fallezca. Pero si usted tiene un Seguro de Vida Total, (tomado por su empleador o por usted mismo) puede presentar estos certificados para que en la tarjeta le den de baja el seguro que le contrataron, que debe pagar mensualmente.
5. Poner como garantía una escritura de su casa es un tanto arriesgado (salvo que esté como “bien de familia”, en cuyo caso difícilmente se la aceptarán). Si para usted es fundamental poseer la tarjeta, y utiliza este aval, fíjese metas de gastos máximos, en consideración con su ganancia. Si desde un principio no puede cumplirlas, no lo piense más: dele de baja.
6. Para pagar los montos de los intereses de su tarjeta, es bueno tomar dinero de cualquier fondo que posea. Aún si tiene acciones, bonos o plazos fijos con muy buena rentabilidad, esta muy difícilmente podrá superar al 27 por ciento anual que le cobran las tarjetas.
7. Si su tarjeta fue solicitada para financiar una cuestión especifica de negocios (como únicamente para los gastos de reparación de su taxi, o únicamente para la compra de telas para sus confecciones, etc.) NUNCA la lleve en la billetera, y guárdela lo más lejos posible de su alcance (un armario alto, una cajita con candado, etc.). No solo evitará la tentación de utilizarla, sino que además no la sentirá como propia.
8. Evite las extensiones. Todo lo que parezca fácil como “lo pago con la tarjeta, así no tengo que buscar el efectivo” o “le doy una extensión a mi hijo o esposo/a, así no tengo que ir a comprar con ellos”, termina convirtiéndose en más difícil. Cuando se pierde el control de la utilización de la tarjeta, se pierde el control de su pago.
9. En el momento en que se encuentre sin posibilidad de afrontar el pago mínimo, solicite una reunión con algún gerente del banco. Sea franco, honesto y humilde. Explíqueles que usted desea pagar y no perder su tarjeta con una deuda que se mantendrá impaga (lo cual es, además, una amenaza sutil). Pida que revean su deuda, y que se la ajusten de acuerdo a los montos a los que puede hacer frente. Tal vez le reduzcan la tasa de interés, o amplíen el plazo de pago. Si le cuesta enfrentarse a esta situación, puede requerir la ayuda de una organización de consumidores.
10. El punto anterior es la última opción antes de declararse en “cesación de pagos”. Generalmente, los bancos suelen arribar a acuerdos, ya que en caso contrario perderán la posibilidad de cobrar por lo menos parte de sus deudas. Sin este intento, se arriesga a una Quiebra, lo cual, además de arruinar sus antecedentes de registros financieros (Veraz, Decidir, etc.) para realizar operaciones comerciales durante 10 años, le afectará emocionalmente, convirtiéndose en un estigma bastante molesto. Además, la quiebra significa un costo adicional, debiendo pagar honorarios de abogados y otras cargas judiciales.

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